La paz que trasciende todo entendimiento
¿De dónde viene la paz que trasciende todo entendimiento? Esta paz, como se menciona en la Biblia, proviene de una mentalidad que cada uno de nosotros debe obtener.
Filipenses 4: 7 dice: «Y la paz de Dios, que trasciende todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús». Creo que la mayoría de nosotros diría que suena bastante bien estar lleno de una paz que trasciende toda comprensión. ¿A quién no le gustaría estar lleno de una paz que proteja nuestros corazones y nuestras mentes? ¿Qué pasa si digo que la respuesta para encontrar esa paz está en nuestras pruebas?
La paz que trasciende todo entendimiento no proviene de que todo funcione exactamente como lo deseamos.
La paz que trasciende todo entendimiento proviene de saber que no importa lo que la vida nos depare, aún podemos tener gozo cuando sabemos que nuestra victoria reside en Jesucristo y no en nuestras circunstancias.
Hace poco escuché un mensaje en el que escuché al pastor decir: “Si te das cuenta de esto, cambiará tu vida. Ningún hombre, ninguna mujer, ningún líder, ningún gobierno, ninguna nación, ningún demonio, ningún maestro, ningún empleador, ningún pastor pueden sacarte de la voluntad de Dios. El único que puede sacarte de la voluntad de Dios eres tú «.
Después de mucha lucha y reflexión sobre esta declaración, finalmente llegué a comprender lo que este pastor estaba tratando de revelar a su audiencia. Estaba diciendo que si nos centramos demasiado en nuestras circunstancias, nuestra alegría y paz irán y vendrán dependiendo de los resultados de esas circunstancias. Sin embargo, cuando cambiamos nuestro enfoque a Jesús y su voluntad para nuestra vida, entonces nuestras circunstancias no tienen impacto en nuestra alegría y paz.
Pregunta para usted: ¿Está persiguiendo placeres temporales o alegría de por vida?
Somos intocables si nuestra alegría y paz están enraizadas en Jesucristo y en el don de la vida eterna que nos ofrece. Jesús mismo nos anima en esto en Juan capítulo 16 versículo 33 cuando les dice a sus discípulos: “Te he dicho estas cosas, para que en mí puedas tener paz. En este mundo tendrás problemas. Pero anímate! He vencido al mundo.»
El primer capítulo de Santiago nos dice que lo consideremos pura alegría cuando enfrentamos pruebas de muchos tipos porque la prueba de nuestra fe produce perseverancia. Continúa diciendo: «Deje que la perseverancia termine, es trabajo, para que pueda ser maduro y completo, sin faltar nada.»
Es fácil aceptar que habrá pruebas en la vida. La mayoría de nosotros hemos visto suficientes de ellos en nuestras vidas para saber que esa es la verdad. Sin embargo, cuando estamos en medio de las pruebas, no es tan fácil aceptar que debemos permanecer alegres.
La clave para permanecer alegre es concentrarse en el hecho de que Jesús ya ha superado cualquier prueba que esté enfrentando. Él ya nos ha dado el regalo de la vida eterna, un regalo tan maravilloso que está más allá de nuestra comprensión. Cuando entendemos esto, la victoria es inevitable, no importa cuán dura sea nuestra situación actual.