Marcos: ¿El Evangelio de la Inmediatez?
Un término característico que aparece con gran frecuencia en el Evangelio de Marcos es la palabra griega Eutheos ,» que se traduce de varias maneras «inmediatamente, de inmediato» etc. Nótense algunas de las ocurrencias de esta palabra sólo en el primer capítulo: «Y al instante, subiendo del agua, vio abrirse los cielos y al Espíritu como paloma que descendía sobre él» (v. 10). «Y al instante el Espíritu le arrojó al desierto» (v. 12). «Y yendo un poco más lejos, vio a Jacobo hijo de Zebedeo y a Juan su hermano, que estaban también en la nave remendando sus redes; y luego los llamó» (v. 19,20). «Y fueron a Cafarnaún, y en seguida, el sábado, entró en la sinagoga y enseñó» (v. 21). «Y saliendo luego de la sinagoga, entraron en la casa de Simón» (v. 29). «Vino, pues, y la tomó de la mano, y la levantó; y al instante la fiebre la dejó» (v. 31). «Y al instante le dio la orden y lo despidió» (v. 43).
En total, esta palabra se encuentra no menos de cuarenta veces en el Evangelio de Marcos. Es un término muy sugerente y expresivo, que saca a relucir las perfecciones del Siervo de Dios mostrándonos cómo servía. No había tardanza en el servicio de Cristo, pero «inmediatamente» Él estaba siempre en los «asuntos de su Padre». No hubo retrasos, pero «inmediatamente» Él realizó el trabajo que le fue encomendado. Esta palabra habla de la prontitud de su servicio y la urgencia de su misión. No hubo ningún freno, ni reticencia, ni negligencia, sino una bendita «inmediatez» en todo su trabajo. Todos deberíamos aprender de este perfecto ejemplo que nos ha dejado.
Adaptado de ¿Por qué cuatro evangelios? , 2. El Evangelio de Marcos, por A.W. Pink.
Publicado originalmente el 14 de septiembre de 2010.