¿Cómo es Jesús el Logos (la Palabra)?
En la filosofía griega, el logos sigue siendo una fuerza impersonal, un concepto filosófico abstracto y sin vida que es un postulado necesario para la causa del orden y el propósito en el universo. En el pensamiento hebreo, el Logos es personal. Él tiene, en efecto, el poder de la unidad, la coherencia y el propósito, pero el punto distintivo es que el Logos bíblico es un Él, no una cosa.
Todos los intentos de traducir la palabra Logos han sufrido algún grado de inadecuación. Ninguna palabra inglesa es capaz de capturar la plenitud del Logos de Juan cuando declaró que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Los filósofos han intentado traducir Logos como lógica, acto o hecho, lo cual es una definición inadecuada.
El Logos de Dios incluye la acción. El Logos es el Verbo eterno en acción. Pero no es una acción irracional o una simple expresión de sentimiento. Es el Actor divino, que actúa en la creación y la redención de forma coherente, el que se anuncia en el Evangelio de Juan.
Que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros es la sorprendente conclusión del prólogo de Juan. El Cristo cósmico entra en nuestra humanidad. Es el momento supremo de la visita de lo eterno con lo temporal, lo infinito con lo finito, lo incondicionado con lo condicionado.
Tomado de « Interpretación del Logos » por Ministerios Ligonier (usado con permiso).
Publicado originalmente el 11 de junio de 2010.