Querido satanás
Querido satanás
Le escribo para decirle que he terminado con usted. Estoy harto de los viajes de culpa. Estoy harto y cansado de la vergüenza. Estoy enfermo y cansado del sentimiento de derrota. Estoy enfermo y cansado de sentirme agotado. Estoy enfermo y cansado de sentirme solo y aislado. Estoy enfermo y cansado de sentirme cansado. Estoy harto y cansado de sentir que el mundo está en mi contra. Estoy enfermo y cansado de sentirme perdido y confundido. Estoy enfermo y cansado de sentirme no amado. Estoy enfermo y cansado de sentirme roto y sin valor. Terminé con esos sentimientos y terminé contigo. ¡Hoy recupero mi vida!
Jesús nunca ha fallado o cometido un error. Me dice en Jeremías 1: 5 “Antes de formarte en el útero te conocía, antes de que nacieras te separé …” Dios me hizo para un propósito específico y todavía no ha terminado conmigo. Elijo creer en el plan que mi único salvador verdadero tiene para mí; para hacer de este mundo un lugar mejor con los regalos que me ha dado. Y por el poder y la sangre de Jesucristo, que me cubre justo, te mando que renuncies. Debes dejar este lugar, cuerpo, mente y espíritu en este mismo caso. Porque Dios me cubrió con su sangre sacrificial y me llenó del poder del Espíritu Santo para realizar buenas obras, que Dios preparó de antemano para que yo hiciera (Efesios 2:10). Nada ni nadie puede evitar que las haga.
Nada puede separarme del amor de Dios. Su amor es la cosa más poderosa en todo este universo y ni siquiera usted, Satanás, puede resistirlo, derrotarlo o comprenderlo. Sé que Dios puede oírme, incluso cuando el silencio es ensordecedor. Tengo fe en que escucha cada una de mis palabras, cada una de mis súplicas. ¡Elijo creer y nunca perder la esperanza!
Sinceramente,
Los niños atesorados, adorados, amados, apreciados, elegidos, preciosos, queridos, preciados, valorados, respetados y apreciados de Dios.
Con las vacaciones en nuestro espejo retrovisor y el invierno tomando toda su fuerza, la vida puede parecer un poco oscura y difícil. Este es un momento oportuno para que Satanás se cuela y mate, engañe, mienta y destruya nuestras vidas. ¡No lo dejes! Diríjase a la única constante verdadera en toda la galaxia, Jesucristo. Con suerte, la carta anterior puede ayudarlo a recordar la verdadera batalla que se desarrolla día tras día. Tu vida es importante y vale la pena luchar por ella. ¿Crees que Satanás trataría de destruir tu vida si no fuera importante? Jesús te conoció y te diseñó antes de que fueras creado. Tómelo en serio y aprecie cada respiración que tenga porque nunca sabe cuándo será la última.
1 Corintios 13: 8 – «El amor nunca falla».