Planificación de su futuro como cuidador mientras «lleva la carga de los demás»
¿Alguna vez te han llamado para no soportar la carga de otro? ¿Qué hay de planificar tu propio futuro, incluso cuando eres el cuidador de alguien? ¿Qué pasa si sus «cargas» interfieren con sus objetivos personales para el futuro, ¿se le permite dejarlos de lado?
¿Hay alguien en tu vida que dependa de ti? Tarde o temprano, la mayoría de nosotros queremos sentarnos y planificar nuestro futuro, o al menos hacer un «plan quinquenal». Sin embargo, si usted es un cuidador, esto puede ser difícil.
La Biblia nos dice que «carguemos mutuamente». (Gálatas 6: 2) – Pero, cuando esas cargas interfieren con tus metas personales, ¿puedes dejarlas de lado? ¿Es posible amar a tu familiar enfermo y al mismo tiempo planear un futuro para ti?
Contenido
- ¿Por qué es más difícil planificar el futuro como cuidador?
- Si quieres amar, no puedes evitar el futuro
- Si quieres amar, no puedes hacerlo solo
- Si quieres amar, necesitas rezar
- Así es como planifica su futuro como cuidador:
- Cuidadores, no se desanimen, Nuestro Dios es el Rey de la eternidad, y todo nuestro futuro está acunado suavemente en Sus manos, para que podamos tener el coraje de planificar.
- ¿Compartirás ánimo para los cuidadores en un comentario a continuación?
¿Por qué es más difícil planificar el futuro como cuidador?
Planear para el futuro es difícil para todos. Ya sea que tenga demasiadas posibilidades o no lo suficiente, es difícil darse cuenta de cómo será algo que nunca hemos experimentado.
La mayoría de nosotros tenemos sueños que nos gustaría ver convertirse en realidad, o al menos soñamos que algún día tendremos sueños.
Considerar nuestro futuro en presencia de enfermedades crónicas es aún más difícil. La enfermedad es impredecible. No podemos decir cuánto tiempo nos necesitará nuestro familiar, o qué tan pronto tomarán un giro para bien o para mal.
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Necesitamos ser realistas, pero también esperanzados.
Amar a alguien que está enfermo o envejeciendo significa que, sean cuales sean las decisiones que tomes, las tomarás por dos. Esa es una gran responsabilidad, y hay una gran presión para ‘elige bien‘.
Si quieres amar, no puedes evitar el futuro
Es sabio hacer planes, pero también es amoroso. Parte de preocuparse profundamente por alguien es cuidarlo no solo en el presente, sino también en el futuro.
No es fatalista sino holístico hacer planes de contingencia y prepararse para lo peor y lo mejor.
Quizás esto significa que debemos elegir permanecer cerca de nuestros padres mayores en lugar de aceptar el trabajo soñado en el extranjero. Tal vez parezca elegir una carrera que nos permita tener tiempo para amar a nuestro hermano, en caso de que su salud disminuya aún más.
¿Suenan como sacrificios enormes e imposibles?
Tal vez lo hacen, pero en el momento y lugar correctos pueden ser las decisiones correctas, y no seguimos a un Dios que temía sacrificarse.
Si quieres amar, no puedes hacerlo solo
Nunca es aconsejable tomar decisiones de forma aislada. Estar solo distorsiona las perspectivas. Convierte pequeños granos de arena en rocas y las posibilidades en absolutos. Si puede, hable con su familiar enfermo. Suavemente, de manera realista, inclúyalos en sus planes.
Habla con otras personas también. Sé abierto y dispuesto a compartir tus dudas y tus miedos. No hay nada vergonzoso en admitir que estás reduciendo o cambiando tus sueños por el bien de alguien a quien has llamado a amar.
Si quieres amar, necesitas rezar
Quizás Western Culture nos dé una palmada en la espalda y nos diga que podemos amar a los demás mientras buscamos el éxito, que podemos sacrificar y alcanzar nuestros sueños, pero este no es siempre el caso.
No quiero decir que debamos renunciar a todas las posibilidades de esperanza y alegría, pero quiero sugerir que quizás a veces Dios nos llama a descubrir nuestro deleite en otros lugares y perseguir diferentes sueños. ¿Por qué no estar abiertos a la realidad de que el cumplimiento se puede encontrar en una multitud de lugares, si lo buscamos primero en Jesús?
No hay nada en nosotros, lo que significa que merecemos una vida exactamente como la queremos. En una situación ideal, podemos elegir X e Y, eso es cierto, pero la vida no es ideal, por lo que es posible que tengamos que elegir Z en su lugar.
La vida es desordenada y compleja, así que recemos por contentamiento.
Así es como planifica su futuro como cuidador:
- Orar
- Plan
- Esperanza
Recuerda que solo porque cierras la puerta de golpe no significa que esté cerrada. Podemos estar seguros de que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros. Es un plan que nunca se improvisa, o un plan de segunda tarifa, incluso si a veces se siente así.