El pecado bien intencionado sigue siendo pecado y merece juicio
Por qué un Dios santo no puede pasar por alto ni la más mínima ofensa. Cuando llegó el momento, después de recuperar el arca del pacto de manos de los filisteos, para devolverla a Jerusalén, los israelitas la colocaron en un carro. Un error mortal que le costaría la vida a un hombre. Según la…