Mes Nacional de Adopción
«¿Realmente ya es noviembre?» Pronuncié esas palabras la semana pasada cuando un DJ de radio hablaba sobre las diferentes sensibilizaciones nacionales que tendrán lugar este mes. Sin embargo, una conciencia realmente sobresalió por encima del resto, noviembre es el mes nacional de adopción.
Decidí ir a Google y preguntar cuántos niños son adoptados cada año. Me sorprendió ver que el número era solo 120,000 (aacap.org). Tal vez tenía grandes expectativas al entrar, pero no obstante me sorprendió.
Poco después, la canción «Good, Good Father» apareció en la radio (vea esta publicación para una excelente reseña de esta canción). Absolutamente amo esta canción porque llega al núcleo de quién es Dios. Mientras escuchaba la canción, recordé que noviembre es el mes nacional de la adaptación. Fue la forma en que Dios me recordó que todos nosotros en la tierra hemos sido adoptados por su familia.
Entonces, un versículo de la Biblia en el que no había pensado desde mis días de escuela dominical me vino a la mente;
Efesios 5: 1-2 – Observe lo que Dios hace, y luego lo hace, como niños que aprenden el comportamiento apropiado de sus padres. Principalmente lo que Dios hace es amarte. Haz compañía con él y aprende una vida de amor. Observe cómo Cristo nos amó. Su amor no fue cauteloso sino extravagante.. No amaba para obtener algo de nosotros sino para darnos todo de sí mismo. Amor asi (MSG)
¿Cuántos de ustedes tienen un padre (s) / tutor que admiran? Lo hago, y cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de lo bendecida que soy de tener eso. Recuerdo cuando era un niño y cómo imitaba mucho de lo que harían mi mamá y mi papá porque los admiraba y los amaba.
¿Cuánto más cierto debería ser eso con nuestro Padre celestial? Él es el alfa y el omega, pero, sin embargo, te eligió específicamente para ser adoptado en su familia. Él es el mejor modelo a seguir para vivir nuestras vidas. Nos amaba cuando nadie más lo haría. Él caminó por la oscuridad con nosotros cuando no había nadie más alrededor. Nos perdonó cuando no lo merecíamos.
Encontramos todas estas cualidades y ejemplos en sus 66 cartas de amor que nos dejó. Pagó un precio muy alto para darnos esas cartas de amor para que pudiéramos ser adoptados en su familia. Y no pagó ese precio para obtener nada a cambio, ¡simplemente te ama tanto!
¡Ahora, hagamos como nuestro Padre Celestial y amemos a nuestra gran familia adoptiva con un amor Extravagante!