Evidencia falsa que parece real
La evidencia falsa parece real, o el miedo está corriendo desenfrenado en nuestro mundo hoy. Tememos los ataques de grupos religiosos extremos, la caída económica, las próximas elecciones presidenciales, y sin mencionar los temores en nuestros pequeños mundos. ¿Tenemos suficiente dinero para pagar el alquiler? ¿Voy a perder mi trabajo? ¿Mi hijo va a ser acosado hoy en la escuela?
En mi opinión, el miedo es el arma definitiva del enemigo. Él usa el miedo para evitar que diezmemos, hablar en nombre de Jesús, e incluso nos impide adorar por completo en la iglesia. Para mí, eso es una señal de que el miedo se ha infiltrado demasiado en nuestra vida cotidiana si tenemos miedo de lo que la gente piense de nosotros si levantamos la mano durante una canción de adoración en la iglesia.
El miedo en sí mismo no conduce a nuestro caminar espiritual con el Señor. Pero cuando el miedo se mezcla con otras virtudes piadosas, creamos una dosis saludable de miedo que nos motiva a acercarnos a él. Comencemos mirando lo que Salomón, el hombre más sabio que jamás haya vivido, dijo sobre el miedo;
Proverbios 9:10 – «El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría».
Aquí tenemos miedo mezclado con humildad y fe. Tenemos fe en que hay un ser superior a nosotros (Dios) y humildad para entender que él tiene el control y todo lo sabe. Es como en la escuela; cuando nos dimos cuenta o entendimos que el maestro en clase sabía más sobre un tema que nosotros, era más probable que acudiéramos a él en busca de ayuda. Dios obra de la misma manera. No solo creó todo dentro y alrededor de nosotros, sino que también vivió con nosotros. Dios comprende completamente todo lo que pasamos y anhela que recurramos a él en busca de comprensión y sabiduría.
Filipenses 2:12 – «… continúa trabajando en tu salvación con temor y temblor»
El miedo mezclado con la reverencia de Dios puede ser un gran motivador. Nunca dejes de buscar al Señor y su palabra porque no sabemos el día o la hora en que Dios volverá. ¡Qué día tan glorioso será ese que no quiero perderme, y tampoco quiero que lo hagas!
Cuando tenemos un equilibrio saludable de fe, humildad, reverencia, etc.… con miedo podemos ver el cambio que Dios quiere hacer en nosotros. Si eso es pedir perdón por un pecado (s), cambiar una actitud o estilo de vida, o volvernos más consistentes en nuestras disciplinas espirituales. El temor del Señor debe motivarnos como cristianos y no paralizarnos o hacernos quedar como estamos. Si el miedo en tu vida no te motiva a acercarte a él, entonces no es de Dios. Reprende ese miedo en el nombre y la sangre de Jesucristo y rompe el dominio que el miedo tiene sobre ti.
Querido padre, muéstrame las áreas de mi vida que necesitan ser cambiadas. Use una dosis saludable de miedo para motivarme a cambiar. Quiero darte todo lo que tengo y no puedo hacerlo sin ti. Tienes mi corazón y yo soy tuyo para siempre. Eres mi fuerza, mi roca y la que me aferro. Tienes todo en la palma de tu mano, pero aún así me das tiempo. Qué hermoso es tu amor inagotable y cuán bendecido soy de llamarte mío. Gracias Padre. Amén.