Entonces, si no me escuchaste o me viste caminando con una bota durante los últimos dos meses, me lastimé el dedo gordo del pie izquierdo hace aproximadamente 9 semanas. Después de que dejé de ser terco por un par de días y fui a tomarme una radiografía, descubrí que estaba rota y me dijeron que permaneciera fuera de ella por un tiempo. Bueno, la semana pasada recibí la luz verde del médico para volver a la actividad normal. Y si me conoces, probablemente sepas lo primero que pregunté si podía hacer … ¡GOLF!
¡Así que este sábado salí al campo de prácticas y golpeé pelotas de golf por primera vez en 9 semanas! Me encantó estar en el campo y disfruté del ambiente, pero digamos que parecía más difícil de lo que era antes de mi lesión. Estuve afuera por alrededor de una hora y al final de la hora estaba exhausto y me dolía el dedo del pie. Eso era de esperarse después de no usar un músculo durante 9 semanas, cuando lo usa por primera vez le va a doler. Pero, según la radiografía y las palabras de los médicos, confiaba en que no estaba roto y que no podría volver a romperse jugando al golf.
Al pensar en esto, recordó los momentos en nuestra vida que muchos de nosotros pasamos por donde podemos dejar de leer la Biblia, o dejar de orar, o dejar de ir a la iglesia, o dejar de diezmar, o dejar de servir. O tal vez nunca has hecho una o ninguna de estas cosas. Al comenzar por primera vez o comenzar de nuevo después de no hacer algo por un tiempo, puede parecer antinatural, incómodo o incluso doloroso.
Santiago 1: 2-4
Considérelo pura alegría, mis hermanos y hermanas, cada vez que enfrentas pruebas de muchos tipos, porque sabes que la prueba de tu fe produce perseverancia. Deje que la perseverancia termine su trabajo para que pueda ser maduro y completo, sin faltar nada.
Para poder recuperarme completamente de mi dedo roto, tengo que perseverar a través del dolor y continuar ejercitando el músculo que no he usado en mucho tiempo. Al igual que en cualquier rehabilitación, debe luchar contra el dolor, el dolor o la incomodidad para recuperar una parte de su vida que no se usó o se rompió por un tiempo. No permita que ninguna de esas cosas le impida recuperar una función que alguna vez tuvo, o comenzar una nueva.
Te desafío hoy a comenzar la rehabilitación de algo que te ha faltado en tu vida o algo que siempre te has esforzado por lograr en tu relación con Dios. ¡Persevera para que no te falte de nada!